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miércoles, 29 de agosto de 2012

Psicología de los espacios Interiores.-



Desde que entramos al interior de una edificación, tenemos la sensación de cobijo, de refugio y de encerramiento. Pero también podemos recibir un condicionamiento psicológico de manera consciente o inconsciente. Aquí es donde entra la psicología de los ambientes interiores y como interactúa el ser humano con el espacio arquitectónico que lo rodea.
Por ejemplo, un cambio considerable en la altura del techo puede tener un gran efecto en nuestra impresión de un espacio, que al hacer unos cambios similares en el ancho o en el largo. Los techos altos están generalmente asociados con sentimientos de grandeza y poderío. Los techos bajos tienen connotaciones de intimidad y de refugio. Nuestra percepción de la escala de un espacio no solo se ve afectada por la altura del techo propiamente dicho, sino también por su relación con el ancho y el largo de dicho espacio.



De igual manera, se ha determinado que el color es un elemento psicológico que en la Arquitectura y el Diseño de Interiores se emplea para despertar sensaciones de amplitud, confort, niveles térmicos y efectos visuales en los usuarios. Todos percibimos una reaccion física ante la sensación que produce un color. Además de darle vida a un espacio arquitectónico, el color le permite hacerlo mas fresco y darle una sensación de tranquilidad con base al uso de tonos claros. Los ambientes con paredes pintadas de colores fuertes como el rojo o el naranja, dan calor, son excitantes y pocos propios para conciliar el sueño, mientras que las paredes azules o verdes tranquilizan y refrescan. 
Hay seis características que podemos percibir en un ambiente determinado y que influyen al momento de evaluarlo a nivel de su influencia en nuestro estado psicológico:






1-Amplitud: en general, el percibir amplitud espacial se asocia a bienestar.







2-Coherencia: mientras mas homogeneidad interna tenga el objeto de nuestra percepcion mas agradable nos parecerá. Si percibimos elementos "fuera de lugar"o ïncompatibles"con el entorno en general, el sentido de coherencia interna interna se pierde y nos resulta desagradable.




3-Complejidad: dentro de cierto rango, tendemos a preferir lo mas complejo que lo muy simple. Esto suele traducirse en aburrimiento, mientras lo complejo parece contener desafíos a la capacidad de comprensión que resultan atrayentes.





4-Identificabilidad: Si algo resulta fácilmente identificable, la sensación sera agradable. En caso contrario, el desagrado puede llevarnos a intentar descubrir algún significado; una vez lograda la meta, se produce alivio de la tensión.




5-Misterio: un efecto similar al de la complejidad en el sentido del desafió implícito, resulta de percibir la insistencia de una información oculta. En general, nos atrae notar tenemos que averiguar de qué se trata aquello que estamos percibiendo.




6-Textura: A mayor suavidad, mayor agrado. En general, esto no solo sucede con las percepciones a nivel táctil, sino incluso con sensaciones auditivas, gustativas, gustativas, etc.



Es necesario hacer referencia a que el ambiente y la conducta se relacionan de diferentes maneras dependiendo precisamente de las variables mencionadas, de modo que un entorno que le resulte "pesado" o estresante a una persona, puede ser interpretado como estimulante por otra.
Por esta razón, el diseño de interiores no es solo planificar el espacio en cuanto a su estructura interior, su funcionabilidad y estética final, también implica tomar en cuenta como nuestras decisiones como profesionales pueden afectar de manera negativa o positiva al usuario del mismo.

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